Tras verse la última película de Ken Loach que ha sido recibida de una manera bastante polarizada entre los que consideran que ha rodado una pequeña joya y los que piensan que no ha sido nada sutil a la hora de realizar una nueva denuncia contra el sistema. La 69ª edición del festival de Cannes asume una nueva jornada con la presentación de dos nuevas aspirantes a la Palma de Oro, The Handmaiden de Park Chan-Wook y Toni Erdmann de Maren Ade.
En la edición del 2004 el realizador surcoreano Park Chan-Wook dejó boquiabiertos a los asistentes del festival de Cannes con su relato de venganza Oldboy y se hizo con la medalla de plata del certamen, el Gran premio del jurado, la leyenda cuenta que esa era la apuesta de quien presidía el jurado, Quentin Tarantino, pero una advertencia a tiempo de Harvey Weinstein, que es quien distribuye sus películas, le hizo optar por Farenheit 9/11 de Michael Moore. Con Thirst Chan-Wook se llevó el premio del jurado y con The Handmaiden vuelve a la competición. En su nueva película adapta la novela Falsa identidad de Sarah Waters, trasladando la acción a la Corea de los años 30 durante la colonización japonesa. La historia se centra en la turbia relación que se establece entre una rica heredera y su criada, que pretende conducirle a un matrimonio con un falso conde que tiene la intención de ingresarle en un psiquiátrico para quedarse con su dinero. La cinta está protagonizada por Kim Min-Hee y Kin Tae-Ri. No ha tenido una respuesta nada unánime por parte de la crítica. Por lo general se le destaca por su gran factura audiovisual, gracias a la dirección de fotografía, el diseño de producción y la música, pero que a pesar de su grandes dosis de perversión y erotismo le ha quedado demasiado folletinesca.
La directora alemana Maren Ade debuta en Cannes con Toni Erdmann. El film narra en clave de comedia la complicada relación entre Inès, una ejecutiva que está al borde de sufrir un colapso por culpa del estrés, y su padre, que quiere recuperar a su pequeña experimentando con un juego. Ade ha sorprendido gratamente con su propuesta y ha tenido una acogida muy cálida, la única pega que se le pone es que no eran necesarias sus tres horas de duración. Se ha aplaudido su inteligencia a la hora de abordar las relaciones paternofiliales, y también para hablar de la ética en el mercado laboral. Sus protagonistas, Peter Simonischek y Sandra Hüller, se han convertido en los primeros grandes candidatos al premio de interpretación de esta edición.
A pesar de lo que ha dado de sí la jornada competitiva nada ha podido eclipsar a Steven Spielberg que ha presentado fuera de concurso Mi amigo el gigante, la adaptación del libro El gran gigante bonachón de Roald Dahl, cosas de la traducción de las distribuidoras. Esta producción de Disney relata la historia de Sophie, una huérfana que entablará una amistad con un misterioso gigante que le llevará a su tierra para que no le delate. El film que mezcla la imagen real con el motion capture cuenta en su reparto con la nueva debilidad de Steven Spielberg, Mark Rylance que ganó el Oscar al mejor actor de reparto por El puente de los espías, Rebecca Hall, Bill Hader, Jemaine Clement, Rafe Spall, Penelope Wilton y la pequeña Ruby Barnhill, que debuta con este film en el cine. Mi amigo el gigante, que se estrenará el próximo 1 de Julio en los Estados Unidos, ha sido recibida en Cannes con cierta división de opiniones. Lo que se le achaca es que tarda muchísimo en arrancar, y que su tono bastante reposado puede no ser del agrado del espectador que busque una película pura y dura de aventuras. Pero Spielberg encandila con el espectáculo, lo que más se ha destacado de Mi amigo el gigante son dos cosas, que le ha quedado especialmente bonita, con una animación por motion capture que luce de maravilla, y que Mark Rylance lo da absolutamente todo con su interpretación de gigante de buen corazón.
Mañana se verán en la sección oficial Mal de pierres de Nicole Garcia y American Honey de Andrea Arnold.